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REGIÓN DE LOS LAGOS | CHILE / La apacible localidad de Villa La Ensenada se encuentra más menos a 40 kilómetros de la ciudad de Puerto Varas en la Décima Región de Los Lagos, Chile. Es posible acceder a ella bordeando el majestuoso lago Llanquihue (el segundo más grande del país) por la Ruta CH-225 en un camino asombroso pues es posible apreciar paisajes alucinantes que contemplan enormes árboles que, en otoño sus hojas, se “visten” de bellas tonalidades; junto a el también y en gran parte del trayecto lograrán ver el inmenso y maravilloso volcán Osorno custodiando el entorno con sus nieves eternas.
Enormes campos, altas cumbres cubiertas de vegetación, animales y hasta alguna que otra caída de agua (pequeña cascada) serán la compañía perfecta para los visitantes que se adentren a tan mágico lugar de éste rincón turístico de Chile.
La Ensenada está inmersa en su gran parte dentro de lo que llaman Reserva Nacional Llanquihue (forma parte de la reserva de la biósfera bosques templados lluviosos de los andes australes) y es la puerta de entrada a los más connotados y mundialmente conocidos atractivos turísticos naturales de la región como: Saltos del Río Petrohué, Laguna Verde, Lago Todos Los Santos y Cascadas (entre otras muchas maravillas más), quienes a su vez están insertos dentro del primer parque nacional de Chile, el Vicente Pérez Rosales. Cabe señalar que, tanto el parque como la reserva están protegidas bajo el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) que a su vez son administradas por la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
En la actualidad ésta localidad se enorgullece y jacta de su potencial crecimiento y desarrollo económico producto de la actividad turística que, principalmente, se acentúa en temporada estival; sin embargo ha logrado sostenerse con fuerza con la convicción de su gente, que con el trabajo en conjunto se puede sobrellevar y salir adelante ante cualquier adversidad. Es por eso que en baja temporada sus habitantes se las arreglan para desarrollar distintas actividades para poder concentrar la atención de los pocos, pero buenos visitantes, y es así como es posible disfrutar de actividades como la conocida Fiesta de la Murta (fruto silvestre típico de éstas zonas y con la que hacen distintas preparaciones) y la divertida PetroFest; encuentro musical que reúne a los exponentes de las actividades de turismo aventura de río como kayak y Rafting. Mención destacada merece la inigualable oportunidad de poder visitar el imponente centro de esquí volcán Osorno, el que ofrece un sinfín de actividades de invierno posibles de desarrollar en el.
En su pasado La Ensenada tuvo un desarrollo algo lento y durante largos años bastante humilde ya que conforme lo indica la historia, por allá en el siglo XVII y mandado por el gobierno de entonces, el “político-científico” Benjamín Muñoz Gamero sentenció que esta área presentaba condiciones geológicas netamente volcánicas y extensas áreas muy pantanosas, por lo tanto La Ensenada queda al margen de los efectos positivos de la colonización que se desarrolló en el resto de la zona. Sin embargo al poco tiempo se dieron cuenta de su importancia estratégica ya que era de vital importancia por la necesidad de comunicarse con argentina utilizando el paso de los jesuitas al Nahuelhuapi. Con el poco tiempo se instalaron postas (una de ellas fue lo que hoy es el Hotel Ensenada), villas y puertos lo que llevó a esa “insignificante” localidad transformarse con el tiempo y hasta el día de hoy en uno de los principales centros turísticos de la ribera oriental del lago Llanquihue.
Además de ello y por si fuera poco, el pasado de La Ensenada ha estado marcado a fuego por la fuerza bestial de la naturaleza, que en éste caso guarda relación con uno de sus volcanes; el temido Calbuco. Su última gran y destructiva erupción se registró el 22 de abril del año 2015 dejando graves daños a la agricultura, la ganadería, más de 500 viviendas dañadas, evacuación de unas 900 personas; nefasto resultado económico equivalente a pérdidas por más de 40 millones de dólares.
En relación al turismo, alrededor de 100 hospedajes y restaurantes resultaron dañados por la gran cantidad de ceniza caída. Éste hecho significó la cancelación de más menos un 35% de reservas hoteleras en toda la región de los lagos, pero principal y lógicamente en éste lugar.
A pesar de ello, la voluntad de su gente de salir adelante ha logrado poder recuperarse magníficamente, consiguiendo poner en pie una mejor Ensenada, más amable, linda y mejor preparada para dar respuesta a todas las demandas de los entusiastas visitantes que se animan a descubrirla.
No cabe duda que, con el trabajo en conjunto en pro de un bienestar común y, teniendo como aliado un hermoso entorno natural, es posible reinventarse y resurgir de las cenizas para enfrentar con mayor seguridad y temple los nuevos desafíos en materia turística; ya que por lo demás la oferta gastronómica y hotelera es bastante nutrida y de muy buena calidad.
No puedo dejar de mencionar también que el comercio local, es bastante variado y bueno para poder aprovisionarse; yo en lo personal recomiendo indudablemente el nutrido Minimarket “El Encuentro”.
Así es que ya saben queridos amigos, la buena voluntad y calidez de sus habitantes están esperando por ustedes, por tanto ¡Vengan a visitarla con respeto, pues no se arrepentirán!
Hermoso lugar Cristián y muy buena nota. Saludos
Muchas gracias Oscar